top of page

A. Lobo Antunes (2)

Lectura

de

Lisboa, Portugal, 1942

Reseña en La Escalera

La hazaña de la amistad

Biografía

Uno de los autores más sobresalientes y traducidos de la prosa portuguesa. Con casi una treintena de obras, ha sido reconocido con varias distinciones en Portugal y en el extranjero. Su experiencia de la guerra en Angola (1970–1973) definió una primera fase de su narrativa de marcado contenido político y autobiográfico que a finales de los años 70 lo situó ya entre la alta literatura europea. Además de la complejidad estructural, técnica y estilística de sus obras, es un autor frío y crudo, impúdico con lo más revelador de la condición humana // En Diccionario Histórico de la Traducción en España.

Entrevista

“Empecé a escribir con 13 o 14 años pero echaba todo a la basura. Con el primer libro, todos los editores me rechazaron durante más de tres años. Lo publicó una editorial muy pequeña. Tenía 36 años. Luego recibí una carta de una agente americano muy conocido que tenía muchos autores sudamericanos que yo no conocía, por ejemplo Cabrera Infante, Ernesto Sábato... Muchos, casi todos. Creí que era una broma y no contesté a la carta que me envió. Y escribió una segunda…” // En El Mundo (España).

Receta para leerme

La verdadera aventura que propongo es aquella que el narrador y el lector emprenden juntos hacia la negrura del inconsciente, hacia la raíz de la naturaleza humana. Quien no entienda esto solo se quedará con los aspectos más parciales y menos importantes de los libros: el país, la relación entre hombre y mujer, el problema de la identidad y de su busca, África y la brutalidad de la explotación colonial, etcétera, temas si acaso muy importantes desde el punto de vista político, social o antropológico, pero que nada tienen que ver con mi trabajo // Por António Lobo Antunes.

No hay contenido

No hay contenido

Visita al territorio de Lobo Antunes

Tratado de las pasiones...

No hay contenido

No hay contenido

Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano

El hombre en suspenso / Saul Below

bottom of page