Biografía
John Kennedy Toole, uno de los "fracasados" más famosos de la historia de la literatura estadounidense, pasó la mayor parte de su vida siendo bueno en cosas. Hijo único de padres mayores, Toole empezó el instituto a los doce años y lo terminó a los dieciséis. Ingresó en la Universidad de Tulane como ingeniero (como era de esperar, era un genio adolescente de las matemáticas), pero al cabo de un año cambió a inglés. Después de Tulane, asistió a Columbia y obtuvo su máster con una versión apenas reeditada de su tesis de licenciatura, por la que recibió altos honores. A los veintidós años, Toole se convirtió en el profesor más joven de la historia del Hunter College. En 1961, fue llamado a filas por el ejército y acabó enseñando inglés en Puerto Rico, donde sus innovadoras clases de idiomas le valieron frecuentes elogios y ascensos. También tenía talento para la mímica y era un bailarín sorprendentemente elegante // En The New Yorker.
Mi hijo, el genio
“¡Creen que mi hijo es Ignacio! Y, Dios, mi hijo era tan limpio. Mi hijo tenía buen gusto en el hogar y buen gusto en la ropa. Compraba la mejor ropa, la llevaba mucho tiempo y la lavaba muy bien. Le compré el perfume masculino Aramis de D.H. Holmes. Le encantaba. Solía preguntarme qué perfume usaba, a veces cambiaba. En nuestra ventana, en nuestro salón y en su habitación, cogía un trozo de gasa y lo empapaba con Aramis y perfumaba la habitación. Me emocionaba; me parecía encantador. Debía de ser muy sensible a los olores. Era un caballero elegante. Tenía unos ojos magníficos, grandes, las fotos no muestran sus ojos. Las chicas le adoraban, son tan vertiginosas y tontas. En el Hunter College iban detrás de él y él las mantenía a distancia” // Entrevista con Thelma Ducoing Toole en French Quartet Journal.
El hombre unidimensional
La sociedad industrial avanzada confronta la crítica con una situación que parece privarla de sus mismas bases. El progreso técnico, extendido hasta ser todo un sistema de dominación y coordinación, crea formas de vida (y de poder) que parecen reconciliar las fuerzas que se oponen al sistema y derrotar o refutar toda protesta en nombre de las perspectivas históricas de liberación del esfuerzo y la dominación. La sociedad contemporánea parece ser capaz de contener el cambio social, un cambio cualitativo que establecería instituciones esencialmente diferentes, una nueva dirección del proceso productivo, nuevas formas de existencia humana // Por Herbert Marcuse.
El lenguaje de la locura
Nuestra locura nos acompaña continuamente, aunque la locura de los totalmente normales se ha suicidado para dejar una cifra estadística. A veces nuestra locura se nos hace visible durante corto tiempo, quizás discretamente y en solitario, y nos transformamos. A veces se vuelve socialmente visible y entonces corre el riesgo de ser asesinada // Por David Cooper.
Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below