Biografía
Escritor, pero también músico (estudió piano, órgano, violonchelo, violín y viola), Quignard es uno de los autores franceses relevantes de los últimos años. A diferencia de sus contemporáneos, quienes relatan la vida desde una mirada narrativa bastante accesible, lo de Quignard es un proyecto propio y arriesgado. De hecho, su obra es inclasificable. Entre sus títulos más destacados están Todas las mañanas del mundo (1991), una novela que explora la vida del violagambista Marin Marais en la corte de Luis XIV; La barca silenciosa (1998), una colección de ensayos sobre la música y la literatura; El odio a la música (1996), un ensayo sobre la relación entre la música y la violencia y Vida secreta (2001), una novela sobre el amor y la muerte, basada en la vida del poeta francés François Villon // En La Tercera (Chile).
Entrevista
“Soy un barroco. Busco la intensidad de la emoción por cualquier medio. No soy un clásico, no busco la perfección. Los barrocos buscan la intensidad, no la belleza. Si podemos hacer llorar somos felices”. Y aclara: “La intensidad es el momento en el que las cosas se desbordan. Es lo mismo con el amor. La sexualidad no es más que desbordamiento, es un brotar. Hay obras, obras muy bellas, que son calma, equilibrio, y puede estar muy bien. Y, en cambio, hay obras que buscan solo la intensidad, el desbordamiento, el brotar: estas son las barrocas” // En El País.
Sin contenido
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Siempre estaba comprando nuevos libros, más rápido, lo reconozco, de lo que mi capacidad de lectura me permitía leerlos. Pero mientras estuviera rodeado de ellos, eran garantes de una vida más amplia, mucho más preciosa y necesaria de la que me veía obligado a llevar cada día. Si era imposible mantener siempre esa vida superior, por lo menos podía tener sus signos al alcance de la mano
El hombre en suspenso / Saul Below