top of page
Foto del escritorFrancisco Vallenilla

El fin de la historia

300 palabras sobre Taksim, de Andrzej Stasiuk


 


 

Al capitalismo le han pronosticado varios finales, desde que implosionará por sus contradicciones internas (Marx) o morirá por causas naturales (Keynes), hasta su desaparición por la convergencia con su opuesto, el socialismo (Galbraith) —una tesis de la época de entreguerras—, o que será superado, no por su propia naturaleza contradictoria, sino por la ilegitimidad cultural y política que el mismo sistema genera en su entorno. Mientras llega su final, que llegará porque se trata, a fin de cuentas, de una formación histórica como ha habido otras (Francesco Boldizzoni dixit), el protagonista de Taksim (2015), de Andrzej Stasiuk, sobrevive en la oscuridad de este modo de producción. Con un amigo, recorre pueblos del sur de Polonia y, en las proximidades fronterizas, de la República Checa, Eslovaquia y Ucrania vendiendo ropa usada y de saldo. Viajan en una camioneta desvencijada, improvisan un mostrador, en perchas cuelgan las mejores prendas y están listos para ofrecer a los más pobres las piezas expurgadas de los grandes centros de consumo por los cambios de temporada y de la moda. Los poblados son parecidos entre sí, con sus iglesias ortodoxas de madera, polígonos industriales abandonados, campos asilvestrados. “Todo está escondido tras muros y verjas (…) como si algo estuviera a punto de ocurrir, de llegar, de cambiar, como si fueran a venir los tártaros o los turcos, o los alemanes, o los rusos, o los estadounidenses, como si al cabo de ese cuarto de hora fuera a ocurrir algún milagro y ya, por los siglos de los siglos, no hubiera de venir nadie más”. Lo que ven es gente evocando el pasado. Nadie menciona el futuro porque todo ha ocurrido ya, todos los acontecimientos de sus vidas se han agotado: es como si vivieran de forma provisional. Para ellos la historia sí finalizó, pero mal. 

bottom of page