300 palabras sobre Mañana y tarde, de Jon Fosse
Mañana y tarde, del noruego Jon Fosse, es una novela corta sobre una vida larga, la de Johannes, un viejo pescador ya retirado que una mañana, al despertar, experimenta la sorpresa de sentirse ligero, sin las molestias ni dolores propios de su edad. No tiene duda de que sigue siendo él mismo, anciano, pero sano y fuerte, aunque advierte un tono azulado en torno a las uñas de sus manos y siente la cara un poco adormilada. Imaginaciones, piensa, y se propone salir a pasear en su barca, incluso es posible que intente pescar algo y hasta ir a la ciudad para vender el pescado. Su vigor no es lo único extraño. Ya fuera de casa, Johannes nota que ve todo como más grande y nítido contra la grisura del día. No entiende qué sucede y más inquietante le resulta encontrarse con su amigo Peter, quien está preparándose para recoger sus nasas de cangrejos. Su intención era hacerse al mar, pero cuando Peter lo invita a unírsele, se resiste. Cómo es posible ese temor en él, que ha pasado más tiempo de su vida navegando que caminando. Pero ese miedo es una rareza más de este día inusual y Johannes borra su recelo como antes ha borrado la nebulosa idea de que Peter estaba muerto desde hacía tiempo. No sabrá hasta el final que aceptar la invitación era inevitable, como también lo fue el llanto del recién nacido Johannes en el primer capítulo. Dice el crítico James Wood que los funerales conceden el espantoso privilegio de contemplar una vida en su totalidad y que, con frecuencia, la novela también ofrece esa visión de toda la trayectoria de la vida de alguien ficcional: avanzamos con la lectura, pero la historia ya está completa, todo ha sucedido. Mañana y tarde, un ejemplo.